El centro de retiros
El centro de retiros está pensado para que sientas que estás en perfecta unión con la naturaleza que te rodea. Todo está integrado de manera respetuosa de tal modo que nuestro paso por este lugar no deteriore su esencia.
The Grandfather Tino
Él es el motivo por el que estamos aquí. Unos años antes de morir hizo un gran esfuerzo por dejar su huella en este terreno. Se encargó de que se plantaran miles de árboles, se hicieran caminos y se arreglaran todas las vallas de piedra. Falleció en el año 2010, y antes de marcharse dijo que le gustaría que una vez que partiese, le gustaría que se hiciese una fiesta de despedida en su honor.
Por eso, un año después, organizamos un festín al que se invitó a toda la familia y esparcimos sus cenizas junto a una bonita ceremonia que tuvo sesgos budistas y cristianos en la misma celebración.
Hoy, le podemos recordar con facilidad porque una gran piedra tallada nos deja un recuerdo de esa bonita celebración y de todas las cosas positivas que nos aportaba.
La casa de paja
Es el centro de actividades de Cerro Santo. Fue el primer asentamiento que realizamos en la finca y su construcción tiene una historia especial. Este sueño ha tenido una trayectoria complicada, pues hubo un momento en el que nos negaron la posibilidad de construir una vivienda en la finca. Por eso, decidimos montar una pequeña cabaña de madera en una de las zonas altas. Para ello, hicimos una plataforma de hormigón ligera y dimos una reserva para la compra de la cabaña. Nuestro miedo a que no nos autorizaran la instalación de esta cabaña nos llevó a abandonar la reserva y plantearnos otra idea, comprar una jaima marroquí de unos 60 metros cuadrados y la instalamos sobre la plataforma.
Esta finca al ser una de las salidas/entradas orográficas que tiene el Valle del Tiétar, hay mucho días en verano que, cuando se mete el sol, corre una gran masa de aire procedente del oeste. Este viento se ve acelerado en momentos de tormentas, así que, una de ellas, se llevó a la jaima volando.
Tino, the Grandfather, la persona por la que hoy estamos llevando a cabo este sueño, nos pidió que cuando él falleciese hiciésemos una gran fiesta de despedida. Así que decidimos levantar un gran porche de madera sobre la plataforma de hormigón donde pudiéramos festejar su despedida. Finalmente, utilizamos esta estructura de madera para la construcción de un espacio diáfano con paja. Tiene unos 100 metros cuadrados, techos interiores de madera espectaculares, paredes de paja y grandes cristaleras que captan el sol de invierno y aportan unas vistas panorámicas maravillosas.
¡Tienes que conocerlo!
Los domos
En una zona espectacular de la finca, hemos construido cuatro domos de unos 20 metros cuadrados. Cada uno, está fabricado en madera con cobertura de corcho. Junto a alcornoques centenarios, grandes berrocales y con vistas panorámicas del Valle del Tiétar. En ellos podemos ofrecer a un máximo de 12 invitados un espacio de alojamiento y conexión interior
El Santuario
Justo al lado del nacimiento del Arroyo del Pilancón está ubicado este domo de acero abierto de unos 80 metros cuadrados, especialmente diseñado para realizar actividades como yoga aéreo, static dance, performance, etc. Es un espacio que trasmite una energía especial. Te va a encantar.
La charca
Es un espacio fabuloso de unos 500 metros cuadrados de lámina de agua, unos 600 metros cúbicos de capacidad y cabeceado por un gran berrocal desde donde puedes saltar. La razón por la que realizamos esta charca fue porque cuando iniciamos la construcción de la vivienda, excavamos lo que serían los sótanos, pero nos paralizaron la construcción. Tras mucho papeleo, nunca nos los llegaron a autorizar, pero el agujero del movimiento de tierras quedó hecho. En ese momento teníamos dos opciones, taparlo o realizar una balsa de agua. A final decidimos crear esta charca, por lo que tuvimos que pedir permiso a la Confederación hidrográfica y nos lo concedieron.
Para poder construirlo instalamos una membrana de PVC y la llenamos de tierra de río y grava, la llenamos de agua y le pusimos unos cloradores salinos para que se mantuviese limpia. El primer año funcionó, pero como el suelo era de arena, poco a poco fueron creciendo las algas y los restos vegetales descompuestos. Con tanta materia orgánica los cloradores no tenían capacidad de mantener limpia el agua.
Tuvimos que replantear la forma de mantener el agua limpia y para ello, incorporamos una serie de plantas acuáticas y subacuáticas y ¡bingo! el agua empezó a ponerse cristalina y empezamos a disfrutarla.
Durante dos años, la charca estuvo muy bien, hasta que las plantas fueron dominando todo el espacio. El agua se conservaba limpia, pero bañarse era un poco incómodo. La charca, aunque pusimos muchas variedades de plantas, fue dominada especialmente por las eneas o espadañas y por una variedad de subacuática.
En el año 2019 decidimos asesorarnos por un profesional de charcas naturalizadas y vaciamos con gran esfuerzo toda la charca de agua, plantas, arena y grava. Se construyeron dos espacios bien diferenciados, la zona de plantas y la zona de baño y se eliminaron las plantas más invasivas poniendo muchos lirios, papiros, nenúfares, etc.
Hoy en día, darse un baño en la charca es un placer y el ecosistema creado representa que es un auténtico paraíso.
Centro de Interpretación de la Sostenibilidad, la Ley Natural y la Vida Saludable
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