Los árboles y la vegetación

The grandfather Tino, antes de morir, tuvo la inquietud de plantar muchos árboles. Creo que esto le vino, porque un día que trajo a su hijo mayor a ver la finca, le dijo que no tenía árboles. Y él corto ni perezoso se encargó de plantar más de 2.000 árboles, de los cuales 800, eran olivos.

Olivos

Los olivos. No hemos sido muy afortunados con las cosechas de tan preciados frutos. La variedad principal que plantó fue arbequina, un olivo más de zonas frías, que no es el caso de esta finca. Estamos convencidos de que al final conseguiremos que los árboles se hagan a este terreno. No hacemos aceite, (de momento) pero si nos tomamos todos los días aceitunas aliñadas, que son un fermento básico para nuestra flora intestinal y una grasa de calidad extraordinaria.

Cítricos

En el 2008, mi hermano Fernando se hizo en Valencia con unos 40 plantones de naranjos, mandarinos y limoneros que pusimos junto a una valla de piedra, protegidos del norte. Hemos tardado 10 años en tener cosecha de estos árboles, pero finalmente hemos podido deleitarnos con la calidad tan extraordinaria que tienen. De momento, los cuatro limoneros que hay dan unas cosechas muy cuantiosas. Las mandarinas tienen un dulzor, que es como si te comieras una gominola y las naranjas también están buenísimas. Ninguno de los frutos de estos cítricos tienen pepitas, así que comerlos es un placer. Ya sabes, desde diciembre hasta febrero estaremos disfrutándolas.

Almendros

Los almendros. Al igual que otras variedades de árboles, se pusieron unos 40 almendros que no llegan a adaptarse correctamente a este clima/suelo. No hemos llegado a coger ninguna cosecha cuantiosa. Pero para compensarlo, hemos vuelto a plantar otros 25 más de una variedad optimizada para clima seco y ya el primer año han mostrado estar a gusto. En octubre podremos recolectar las almendras juntos. Es otro tesoro que nos aportará alimentos para todo el año.

Pistachos

En el año 2018 plantamos unos 40 pies de cornicabras, los cuales estamos injertando con árboles de pistacho. Nos están dando quebraderos de cabeza, de momento, solo hemos conseguido que cuajen unos 15 injertos. De todos modos, este verano nos vamos a proponer injertarlos nuevamente todos los que nos faltan. Los pistacheros están en la entrada de la finca, una vez pasado el arroyo y el bosque de fresnos. Todos están colocados en keyline, es decir, siguiendo la línea de cota de nivel.

Parras

Esta finca, antiguamente era una viña, que compartía terreno entre las higueras, pero se abandonó. El terreno es muy apto para las uvas, así que estamos plantando muchas parras. Este fruto será otro activo alimentario muy importante para la comunidad. Todos los años, reponemos todas las que no sobreviven junto a la valla de nuestro vecino. Nos parece una planta extraordinaria. Su capacidad de adaptación y lo fácil que es reproducirla, igual que las higueras

Alcornoques

En la finca tenemos más de 200 alcornoques, al inicio se plantaron unos 500, pero la mayoría no se adaptaron. El grandfather, Tino, tenía muchas ganas de ver la finca toda cubierta de árboles, y cometió el error de plantar alcornoques que tenían por lo menos 4 años. Eso hizo que la tasa de permanencia se redujera muchísimo. Si tuviéramos que volver a hacerlo, lo haríamos con arbolitos de un año, y así se acoplarían con mucha facilidad. Cuando son grandes, cada 8 o 10 años dan corcho. Posiblemente, es de los árboles más rentables que hay. Aunque tardaremos unos 50 años en poder ver esa fase. De todos modos, tenemos dos alcornoques que son espectaculares. Podríamos decir que son árboles madre. Acercarte a ellos es una experiencia inolvidable. Justo debajo del más grande, hemos hecho una plataforma de madera para hacer yoga y otras actividades.

Encinas

En la finca existen cientos de encinas, en esta zona las llaman carrascas. Las hay muy grandes y de belleza espectacular. Hemos podado todos los pequeños chaparros y en breve se convertirán en jóvenes árboles. Realmente las tenemos un cariño especial, junto con los alcornoques y los olivos conforman una dehesa que en primavera es un lujo poder disfrutar.

Espinos

Son una especie protegida, la finca está llena de ellos por todas partes. En primavera se ponen en flor y son realmente bonitos. Uno de nuestros propósitos será injertar ciruelos sobre unos cuantos espinos para crear una variedad de ciruela silvestre que no necesite cuidados. Las ciruelas, son otra gran fuente de energía.

Retamas

Gran parte de esta zona del valle del Tietar está cubierta por retamas. Las hemos controlado en la mitad de la finca, pero en la otra mitad, en la ladera de la montaña, hemos dejado que cubran gran parte de la superficie. Las hay de dos variedades, las amarillas y las blancas (estas últimas protegidas). Durante el mes de abril son extremadamente bonitas ya que les llega el momento de su floración.

Zarzas

La zona del nacimiento del arroyo del pilancón está cubierta totalmente de zarzas. Una vez al año, nos ofrecen las apreciadas moras negras, que recogemos con verdadero cariño para la realización de mermeladas. En agosto es el momento de su recolección.

Un lugar para desconectar y poder aprovechar todos los regalos que nos ofrece la naturaleza.

Centro de Interpretación de la Sostenibilidad, la Ley Natural y la Vida Saludable, Cerro Santo

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